La petarda tenía un novio, que como indico en el título, era el típico hombre formato Chupa-chups. Era menudo, llegaba escasamente al metro setenta y su cuerpo era más bien pequeño en comparación a su sobresaliente cabeza. Su cabellera comenzaba con unas hermosas entradas, que continuaban con una melena estilo Aznar actual, que intentaba ocultar, sin mucho éxito, una incipiente alopecia. Me le imagino meneando sus melenas al viento, mientras aporrea con esmero en su guitarra eléctrica, porque el chaval presumía de tener una, algún tema heavy ochentero. Por lo que contaba la petarda, se tiraba una hora todas las mañanas, peinándose con secador y laca en mano, para que su preciosa cabellera quedase perfecta.
El Chupa-chups tenía cinco años más que la petarda, vamos, en el carné de identidad, porque edad mental, por lo que pude comprobar, debía tener menos de la mitad. Era el típico que veía un escote y empezaba a babear. Recuerdo el mosqueo que se pilló la petarda cuando, estando en una boda, a ella la sentó mal algo que había comido, y el tío, ni corto ni perezoso, la aparcó en una silla de un pub y se puso a ligar con unas chicas de J&B o Barcardi, vamos, de esas que regalan camisetas y mecheros y que suelen ir enseñando cacha.
Pero vamos, situaciones como esa había cada dos por tres, ella se mosqueaba, le montaba un pollo de no te menees, estaba un tiempo cabreada, él esperaba a que se la pasase y si tardaba más de la cuenta le hacía alguna monería, y a volver a empezar. Llegué a la conclusión de que él la tenía como se tiene un coche o una guitarra, como un objeto que tienes en casa "y aquí está mi novia"; quedaba bien lo de "tengo novia" en su mundo.
Era Ingeniero Técnico, algo que había conseguido tras varios años de sacrificio que a ella le gustaba recordar: "la cantidad de fines de semana que me he quedado sin salir cuando tenía que estudiar" (zas, zas, latigazos de autoflagelación), "no teníamos ni un duro" (zas, zas)... vamos, que lo contaba como si hubiese sido ella la que hubiese hecho la carrera: "y no es Ingeniero Superior por tres asignaturas, fíjate que se lo dije, pero, ya sabes, empezó a trabajar y le daba pereza..." Las veces que me ha repetido eso "por tres asignaturas" madre mía, solo la faltaba que hubiese sido Ingeniero Superior, con lo que la gustaba a ella presumir de que su novio era Ingeniero. Ella parecía que no era nada: "porque ha hecho tal proyecto, porque ha ganado este premio, porque el jefe le tiene en mucha consideración..." Y yo la decía: ¿y tú? Tu también haces tu trabajo, puede ser menos importante, pero tu también eres alguien. Pero nada, ella, para ella misma, parecía que no existiera.
El Chupa-chups era bastante tacaño. Nunca llevaba dinero, ni tarjetas ni nada, tenía que sacar la cartera la petarda, imagino que luego harían cuentas, digo yo. Eso sí, ella presumía de que lo pagaban todo a medias, aunque él ganaba, por lo menos tres veces más. A pesar de esto, apenas tenía detalles con ella, la mayoría de los cumpleaños y demás ocasiones, la cogía y la pagaba lo que ella quisiera, que no pasase de 100 €, claro está. Por más que ella se quejase, de que quería que le regalase algo en vez de elegirlo ella, la única vez que recuerdo que tuvo un detalle fue un cumpleaños de ella en el que apareció por la empresa con un ramo de diez rosas de distintos colores, bastante cutre, y no dejaba de repetir que eran diez porque era el máximo, un diez (como las notas del colegio). Y yo pensaba, será que habrá encontrado una oferta al pasar por alguna floristería y se le ha encendido la bombilla. Bueno, no os podéis imaginar como se puso ella. Se la saltaban las lágrimas, empezó a pegar botes y a gritar por toda la empresa, y él con una sonrisita, supongo que pensando "hoy mojo", no dejaba de repetir que esos detalles solo se podían tener de vez en cuando para que ella no se acostumbrase...
Pero vamos, situaciones como esa había cada dos por tres, ella se mosqueaba, le montaba un pollo de no te menees, estaba un tiempo cabreada, él esperaba a que se la pasase y si tardaba más de la cuenta le hacía alguna monería, y a volver a empezar. Llegué a la conclusión de que él la tenía como se tiene un coche o una guitarra, como un objeto que tienes en casa "y aquí está mi novia"; quedaba bien lo de "tengo novia" en su mundo.
Era Ingeniero Técnico, algo que había conseguido tras varios años de sacrificio que a ella le gustaba recordar: "la cantidad de fines de semana que me he quedado sin salir cuando tenía que estudiar" (zas, zas, latigazos de autoflagelación), "no teníamos ni un duro" (zas, zas)... vamos, que lo contaba como si hubiese sido ella la que hubiese hecho la carrera: "y no es Ingeniero Superior por tres asignaturas, fíjate que se lo dije, pero, ya sabes, empezó a trabajar y le daba pereza..." Las veces que me ha repetido eso "por tres asignaturas" madre mía, solo la faltaba que hubiese sido Ingeniero Superior, con lo que la gustaba a ella presumir de que su novio era Ingeniero. Ella parecía que no era nada: "porque ha hecho tal proyecto, porque ha ganado este premio, porque el jefe le tiene en mucha consideración..." Y yo la decía: ¿y tú? Tu también haces tu trabajo, puede ser menos importante, pero tu también eres alguien. Pero nada, ella, para ella misma, parecía que no existiera.
El Chupa-chups era bastante tacaño. Nunca llevaba dinero, ni tarjetas ni nada, tenía que sacar la cartera la petarda, imagino que luego harían cuentas, digo yo. Eso sí, ella presumía de que lo pagaban todo a medias, aunque él ganaba, por lo menos tres veces más. A pesar de esto, apenas tenía detalles con ella, la mayoría de los cumpleaños y demás ocasiones, la cogía y la pagaba lo que ella quisiera, que no pasase de 100 €, claro está. Por más que ella se quejase, de que quería que le regalase algo en vez de elegirlo ella, la única vez que recuerdo que tuvo un detalle fue un cumpleaños de ella en el que apareció por la empresa con un ramo de diez rosas de distintos colores, bastante cutre, y no dejaba de repetir que eran diez porque era el máximo, un diez (como las notas del colegio). Y yo pensaba, será que habrá encontrado una oferta al pasar por alguna floristería y se le ha encendido la bombilla. Bueno, no os podéis imaginar como se puso ella. Se la saltaban las lágrimas, empezó a pegar botes y a gritar por toda la empresa, y él con una sonrisita, supongo que pensando "hoy mojo", no dejaba de repetir que esos detalles solo se podían tener de vez en cuando para que ella no se acostumbrase...
El dinero que ahorraba se dedicaba a invertirlo en Bolsa. Así que estaba todos los días como loco mirando las cotizaciones, que si ha bajado el Ibex, que si tal que si cual. Además el tío era de lo más pedante. Sabía de todo más que nadie, y ella presumía, es que mi Chupa-Chups sabe muchísimo, fíjate, además está haciendo un master (del universo) que vale un millón de pesetas y que se lo paga la empresa, y luego va a hacer un curso buenísimo, y todos los días de 8 a 9, tiene clases de inglés en la empresa y...
Para rematar, el Chupa-chups era el típico machito que no se echa crema para el sol aunque se esté achicharrando, porque "eso lo hacen los maricones", así que durante los meses estivales tenía un intenso moreno cangrejo. Tenía unas tendencias homofóficas bastante acusadas, hasta el punto de que solía decir que si a él "le saliera un hijo maricón" le echaba de casa sin dudarlo.
9 comentarios:
Que tío más egoista no? aunque claro, para gusto los colores. Hay chicas que les gusta tener a una persona así, que les meta caña, que les haya sentirse el sexo débil,...
Yo viví una etapa de mi vida algo parecida, el mío no era ingeniero, ni hacía master,...le venía justo escribir, pero era de un machista y un posisivo frutal.
Su mentalidad estaba a años luz de desfase con la actualidad. No le gustaba que me maquillara si íbamos a salir, eso sí, le daba morbo que me maquillara para estar en casa, tenía unos celos enfermizos, por lo que mi cuello se acostumbró a la posición de barbilla pegada al pecho cuando íbamos por la calle, pues le pareceía que miraba a todos los chicos con los que me cruzaba,...vamos que al final una acabó hasta los los mismísimos y cada uno por su lado.
¿qué significa "posisivo frutal"? Jejeje...
No sé como le aguantaste, chica, yo le hubiese mandado a paseo a la primera de cambio.
Esta chica le aguantaba por que no veas lo que molaba decir que tu novio era ingeniero, chica. Aparte de que no tenía muchas luces, o se hacía la tonta, porque en algunas cosas, bien lista que era.
Anoche se me olvidó poner algo más que voy a añadir, si puedo, después del comic.
Vaya Kampanilla como te pasas, mira que eres cruel, les estas despellejando vivos, jejeje. Pobrecitos...a lo mejor asi eran felices.
Las historias son reales como la vida misma. Tengo que recuperar espacio en mi disco duro, que son casi 4 años escuchando tonterías y mi cabeza tiene que liberarse de alguna forma.
Haces que el blog sea divertido,
espero que te des una vuetecita por mi rincon, salu2.
Si como terapia está bien Kampanilla, lo de desahogarte digo,jejeej. Pero es que no te cortas ni media, jajaja. De verdad ...pobrecitos
Gracias espieli y bienvenida. Salu2.
Lucy, son muchos años de aguante y de acumular información. Y todavía no he empezado con cosas más fuertes como los tejemanejes que hacía la petarda para conseguir cosas y de los que fuí testigo atónito.
Que si Kampanilla, que si. Que ante mi no te tienes que justificar. Pero parece mentira que a estas alturas de la pelicula no pilles mis chistes, jejeje
Y el caso es que el mundo está lleno de petardas y chupachups, ¿quién no conoce a unos?
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