Nuevos becarios

Esto es la leche. Vuelvo de unas minivacaciones de 4 días y me encuentro por sorpresa a dos becarios a mi cargo. Es la segunda vez que me hago cargo de semejante marrón, pero esta vez lo han puesto nombre: soy su tutora.

Y ahí estoy yo, explicando a unos nenes que me miran atentamente mientras me pregunto ¿qué coño estoy haciendo de maestra si me siento como una alumna? ¿qué les voy a contar? ¡ups, que no me trabe, que no me trabe! ¡jo, y hoy que me he vestido con los piratas vaqueros de bolsillos! ¡cagüen el jefe y su calva!

Porque claro, él les ha soltado una minicharla, en la que hoy he estado presente,;la otra vez no, así que me preguntaba que les diría con lo solemne que es él: chorradas. Cuatro tonterías que no ha tardado en decir ni 12 segundos, y 4 los ha gastado en decir, "bueno, ella os explicará todo..."

Ellos con cara de corderillos, jo, pero esta vez me mantendré firme, que la otra vez se me subieron a las barbas. Los primeros, mis primeros becarios eran un chico y una chica, todo monos ellos, pijos, pijos. Muy enrollados, muy majetes, pero sabían latín. Yo, recordando mi época de becaria, intenté ser "maja", "enrollada", "poco exigente", vamos lo que no habían sido conmigo, salvo Sofía, como me acuerdo todavía. Aunque el trabajo lo sacaron adelante, la verdad es que al final nos dejaron un poco colgados y quedé bastante decepcionada, pero bueno, el jefe quedó contento y punto.

Estos a ver como salen. Uno es callado y el otro se atreve a preguntar. Tienen menos pinta de pijos, uno de ellos lleva un pendiente en el labio y una rasta un poco "asquerosita" en el pelo y el otro es más formal.

Ahí les he dejado para que se familiaricen con el programa que usamos, que yo "tengo muchas cosas que hacer". Para que no molesten les he dicho que apunten las dudas en un folio y luego me las digan todas juntas. Yo también voy aprendiendo.