Crónica de un reencuentro terrorífico de la muuuerrte...
Resumiendo:
La Petarda...
...no fue a la boda.
Fin.
OOOooooOOOOOoooooOOOOOoooohhhhhhhhh!!!!
Todos:
OOOoooOOOooooOOOOOoooooOOOOOoooohhhhhhhhh!!!!
El pretexto para no acudir, según me comentó la propia novia: Mi Chupa-chups del amor va a cambiar de trabajo y tiene que hacer un curso superimportante para su nuevo supertrabajo. Casualmente, miratupordonde, el curso es el sábado y tengo que acompañarle.
Y yo me pregunto: ¿Quien tiene un curso para un nuevo trabajo un sábado a las 6 de la tarde? ¿Que coñ* va a hacer semejante petarda en el curso? Si la que se casa es tan superamiga tuya como me repetiste durante tres años y medio ¿como es que no acudiste a la boda aunque fueses sola? Chica, estás perdiendo facultades para inventarte excusas, o es que ¿querías dejar claro que no ibas porque no te salía del chichi? Ahhhhhh, que liistaa...
Crónica del reencuentro que podía haber sido y no fue:
Llegada a la entrada de la iglesia, reencuentro con los amigos del novio ¡¿donde está la corbata?!, besos, saludos a las amigas de la novia, más besos ¿qué tal?
Cinco segundos antes de que tengamos que entrar a la iglesia ¡ahí aparece ella! toda apurada, con su traje rosa fucsia formado por un corpiño escote palabra de honor, lleno de pedrería, una abultada falda y una pasmina blanca nuclear. Los zapatos blancos con pedrería a juego con el bolso y la pasmina. El pelo recogido el un moño alto (no sé por qué se empeñará en parecer más alta, si ya con los tacones deja como un retaco al Chupa-Chups) y una peineta con muchos brillos. Se nota que la han maquillado en la peluquería, las uñas de porcelana recién retocadas y con un dibujo de fantasía en el pulgar coronado por una piedrecita brillante.
El Chupa-Chups, más chulo que un ocho, cuatro pasos detrás, repeinándose la melena. Ella me ve, la saludo de lejos, tuerce el morro, fuerza la sonrisa enseñando sus horribles dientes, duda si acercarse mientras alguien a mi lado también la saluda, lo que la obliga a acercarse. Dos besos estilo Carmen Martínez Bordiú, es decir, de lejos y acompañandos de un muá-muá, y un ¿quee taall? que no espera respuesta. Dientes, dientes... (¡Ponte aparato en lugar de tantas uñas de porcelana, hija mía, que en lugar de dientes parece que tienes un serrucho escacharrao!)
Mientras el Chupa-Chups se ha acoplado a los amigos del novio y empieza con sus retailas. Ella se gira y suelta un: bueno, vamos a coger sitio, que si no luego... agarra al Chupa-Chups por el brazo y le arrastra al interior de la iglesia. Nosotros vamos detrás porque ya es la hora de entrar mientras vemos como lucha con el Chups para ponerse en la parte delantera, mientras él tira de ella para atrás. Al final, ocupan la cuarta fila tras los primos de la novia.
Tras la boda, en primera fila para besar a la novia, lo mismo que a la salida para tirar el arroz, mientras se arrima a alguna de sus amigas, que no ve hace un par de años, rie escandalósamente y lanza con una mano el arroz y con la otra los pétalos de rosa. Vuelve a besar a la novia, revolotea alrededor repitiéndo lo guapa que está, y ofrece una y otra vez llevar a gente al banquete en su supercoche que tienen aparcado en el parking de al lado, aquí mismo.
En la recepción, mis pasos se dirigen al mapita con la distribución de las mesas. La novia me ha prometido que no me iba a poner con ella... momentos de tensión... y ¡no! No está en mi mesa, uff... Ellos llegan bastante más tarde que el resto tras pasarse 30 minutos para aparcar su supercoche, que claro, no van a dejar en cualquier sitio. Él se lanza sobre el coctel de champagne mientras ella da buena cuenta de un canapé de caviar, seguido, casi sin respirar, de un pincho de gambas, que le chorrea encima del vestido dejándole una importante mancha de grasa en el centro (soy maaala, ha, ha, ha...).
Me despiporro; disimulo tapándome la boca para no soltar una carcajada. Mira a un lado y a otro con la cara roja buscando desesperadamente una servilleta, que alguien le acerca e intenta ayudarle a frotar la mancha (esa persona no es el Chupa-Chups que ni se ha enterado del percance). Un camarero le acerca algo para quitar la mancha que no resuelve demasiado. Busca con la mirada a Chups, pero él está entretenido dando la chapa a unos amigos del novio sobre el reflujo del cosmos en la galaxia, ellos ponen cara interesante, es decir, "modo salvapantallas" mientras dirigen su mirada al novio para que ¡les saque de ahí, por Dios!.
Nos indican que podemos pasar al salón. Nos sentamos. Su mesa está cerca de la mía y ella se coloca dándome la espalda. La cena en su mesa transcurre así: la Petarda suelta de vez en cuando alguna carcajada escandalosa (su forma de hacer notar lo bien que se lo está pasando) que hace girarse a la mayor parte de los invitados; Chups bebe y bebe, y vuelve a beber como los peces en el río, mientras ella le grita:¡Chups, no bebas más, haz el favor!; él asiente medio zombie porque el alcohol ya le ha hecho efecto, mientras habla con una chica, un poco feucha, pero con un importante escote, que provoca que los ojos del Chups, que ya no es es capaz de disimular se fijen descaradamente en sus tetas; la Petarda se da cuenta del babeo del Chups y empieza a darle codazos, cuando los novios se disponen a cortar la tarta.
Los novios abren el baile con Fly me to the Moon en lugar del típico vals. ¡¡¡Ooohhh, qué bonitooo!!! Después, por lo visto obligatoriamente, suena el vals de toda la vida.
La Petarda ha conseguido arrastrar hasta la pista al Chupa-Chups, que intenta mantener el equilibrio mientras giran alrededor de los novios. Acabado el vals, Chups se dirige a la barra libre a pedirse una copa, mientras la Petarda le grita algo. Ella busca entre la gente a alguna amiga a la que acoplarse para menear el culo un rato. Chups se topa conmigo y me grita ¡hombre Kampa, si no te había visto! ¡Qué guapa estás! ¡Dos besos! ¿Qué tal te va? Pues yo estoy trabajando en tal empresa, muy bien, muy bien, no veas... Me pasa el brazo por encima de los hombros. Ella mientras tanto, no pierde detalle aunque disimula bailando como una loca. Consigo deshacerme de él cuando los ojos se le van detrás de una rubia con un vestido rojo y un escote de escándalo, la sensación de la boda y futura cuñá de la novia.
Aquí llegamos al momento elección, como aquellos libros que leía de pequeña: si eliges la opción 1 vete a la página 27, si eliges la opción 2, vete a la página 21, si eliges la opción 3, vete a la página 45...
Opción 1 - Si crees que la Kampa, había bebido un cóctel de champagne y el resto de la cena había estado a base de agüita, sigue a Pétalo.
Opción 2 - Si crees que Kampa había tomado 3 o 4 cóctels de champagne (ummm... que buenos estaban), vino rosado y una copita de champagne durante la cena y dos copas durante la barra libre, haz caso a Cactus.
Opción 3 - Si crees que Kampa había tomado 10 coctels de champagne, o más, vino rosado, vino tinto y champagne durante la cena y perdió la cuenta de las copas durante la barra libre, atento a Burbuja.
Kampa estubo bailando tranquilamente, mientras la Petarda iba a sentarse porque tenía los piés molidos y su querido amor intentaba ligar con la rubia.
Kampa se tropezó adrede con la Petarda y empezó a tirarla de la lengua: ¿Qué tal te va? - Uy muy bien - hooombree, como no te va a ir bien a tí - Chups tiene un trabajo buenísimo y gana una cantidad de pasta... - vamos, como siempre ¿nada nuevo? ¿y la oficina? - pues muy bien, me han mejorado muchísimo las condiciones... - siendo la sobrina del jefe, como para no - pues yo que me lo he ganado, porque si no es por mí... - si, la empresa se iría a pique, pero tendrían menos gasto de teléfono eso sí - je, je, je, bueno... dientes, dientes... y así metiéndola pullazos hasta que lograra escaparse, buscara a Chups y le arrastrase a casa.
Kampa fué dando tumbos hasta donde estaba la Petarda: ¡hombreee, Petarda (hemos cambiado el nombre por motivos de seguridad)! ¿qué tal? - (dientes, dientes) pues muy bien - me alegro, mujer, ¡como no te iba a ir bien a ti! - Chups tiene un trabajo formidable y gana un montón de dinero - ¿y sigue yendo al Borgia a foll*r? - (cara roja fosforita... grito atronador...)
¡¡¡Chupa-chupssssssss!!!.
Silencio en la sala.
1 comentarios:
Que pena mujer, que el encuentro solo haya podido ser virtual. Pero por lo menos espero que te lo hayas pasado bien.
Saludos
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