Como el turrón en Navidad, como Verano Azul en el verano, como las naúseas a la mañana siguiente del garrafón y tu juramento de no volver a beber copas, como la comida en un pueblo remoto a tropecientos kilómetros a la que no quieres ir, pero te sientes obligada, que juras y perjuras ¡último año en el que me pego la paliza! y al final acabas yendo (¡aunque este año me niego! - si, si... - ya tengo excusa - lo que tu digas...)... desgraciadamente, todo vuelve...
Todo vuelve
Publicado por Kampanilla en 19:26
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentarios:
Al final no es tan grave como parece. ¿No lo ves? Tú has sobrevivido todo un año ;-)
Ánimo y paciencia!...
Publicar un comentario