Kamikazes

A raíz del caso del sujeto este que se llevó por delante a un chaval que iba en bici hace unos cuantos años, y reclamaba los costes del arreglo de su vehículo, han surgido numerosas noticias de conductores que reclaman los daños producidos en su coche a las personas que fueron atropelladas. Lo que me llama la atención es que solo se comenta el caso desde el punto de vista de los atropellados, las presuntas víctimas. Se obvia, por ejemplo, que el chaval de la bici se saltó un stop. Y vale, que el conductor, por las declaraciones que hizo (o los cortes de la entrevista que le hicieron) tenía una pinta de chulo p#*@s y de peligro al volante que ni sé; y probablemente en la zona tenía mala fama, pero no siempre toda la culpa la tiene el maldito atropella-personas en lo que nos hemos convertido los conductores.

Hablo desde mi punto de vista, conductora habitual, que diariamente veo a muchos transeúntes Kamikazes que cruzan por donde no deben, cuando no deben y encima tienen más que decir, y por probabilidad me puedo encontrar cualquier día a alguno subido en el capó. Después: el disgusto, las pesadillas que me acompañarán el resto de la vida, quizás no poder volver a coger un coche, el sentimiento de culpa... y desde el punto de vista material, un coche que necesito diariamente y que me ha costado lo suyo pagar, destrozado.

Así que me toca bastante las narices, que salga por la tele un pobre señor, sin pierna porque un conductor asesino le atropelló. Y yo quiero conocer la otra versión, que podría ser la de un padre de familia con un coche del que todavía le queda pagar 24 letras, con una hipoteca y que trabaja de comercial, con su propio coche, vendiendo aspiradores, y que una noche, volviendo de Alcorcón sin haber conseguido venderle la aspiradora a una señora bastante pesada, se encuentra en medio de la calzada a un viandante, que camina haciendo eses, que no puede evitar atropellar.

Cuando un ciervo o un jabalí se te cruzan en la calzada y te estrellas, el Estado asume los gastos del accidente. Si atropellas a una vaca, el seguro del señor ganadero te paga los desperfectos del coche, lo mismo que si te llevas por delante a un perro o a un gato, el seguro de la casa del señor propietario del animal se tiene que hacer cargo. Vease, que todos estos son animales no racionales. Vale, entonces, si se te cruza una animal, en teoría racional, que encima es consciente en todo momento de que no puede hacer lo que está haciendo, y te pegas la gran castaña ¿por qué tienes que, encima, pagar los gastos que te ha ocasionado? Porque, ya lo dicen las estadísticas que muy bien recuerdan los telediarios, el 90% de los atropellos se producen fuera de las zonas habilitadas para el paso de los peatones. Y yo me pregunto, ¿Qué pasa si se te cruza una persona que va acompañada por su perro? Está claro, acelera y vete a por el chucho.

1 comentarios:

Azid Phreak dijo...

Sabes que apoyo punto por punto lo que dices.

Hay veces que se juntan el hambre (conductor sin prejuicios) con las ganas de comer (peatón anárquico) y es entonces cuando el accidente está asegurado.

Lo que no acabo de entender es esa mania que tiene la gente mayor, con el paso al viejo estilo de las muñecas de famosa, de atravesar los cruces en diagonal y sin semáforo. Entiendo a los amantes de las emociones fuertes, pero esto ya es todo un chute de adrenalina.

En el mismo saco que a los peatones meto a los "moteros de ciudad" (vease joven chandalero que despierta al barrio cada mañana con la melodiosa cantinela de su tubo de escape). Esta agente debería estar vigilada. Hacen que la conducción sea más difícil de lo que ya de por si es en una hora punta. No quiero ni saber la de veces que adelantando por el interior (que esta prohibido señores) me han golpeado el retrovisor con el consiguiente susto. Siempre con prisas cual conejo en busca de reina de corazones y si por el camino estás tu, espabila.

Y para finalizar...¿los ciclistas no tienen que parar en los semáforos rojos?. Lo digo porque a día de hoy no he visto uno solo que lo haga. No digo que no los haya, digo que no los he visto y la verdad es que me cruzo muchos (con sus auriculares para ir bien atentos).

En fin, que los conductores somos muy poco cívicos, pero si el entorno no ayuda y es igual de hostil, esta situación se irá recrudeciendo día a día, pues el peaton, niño en scooter o ciclista, ante un golpe tienen las de perder.

En fin Serafín, que está muy mal el país.

Saludette

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